El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid ha invitado a Artefamoso a la presentación de la primera retrospectiva en España del pintor francés Pierre-Auguste Renoir. En total se exponen 78 obras que proceden de diferentes museos y colecciones particulares y que recorren la extensa trayectoria de este pintor que cultivó varios tipos de géneros.
Desde el retrato, que fue su principal fuente de ingresos, pasando por las escenas de género, el paisaje y una temática menos conocida, el desnudo femenino.
Podemos ver el Renoir impresionista en su pincelada, pero que va más allá de la pura experiencia visual y perceptiva que perseguía el impresionismo. Su registro quiere transmitirnos más sensaciones más allá sólo de la visual: táctiles, olfativas, gustativas…
Sus lienzos parecen pretender escaparse de la representación de una escena, de su correcta composición y medida o de lo atinado de la paleta de color, para transmitirnos muchas más sensaciones.
El olor del tabaco del caballero, el sabor fuerte y afrutado del licor de la dama y que apurará en pequeños sorbitos, los restos de un almuerzo que se nos antoja fue delicioso… Todo el conjunto nos transmite emociones, sensaciones… casi podemos oler el café mezclado con el aroma de las flores y oír el trinar de los pájaros en la tarde.
Podemos sentir en los retratos de Renoir la cercanía del retratado; Renoir muestra la necesidad de conectar, de empatizar con la persona que representa. De esa necesidad se nutre su desigual factura, en la que se denota la ausencia de conexión emocional entre modelo y pintor.
Renoir era de la opinión de que era mejor que la modelo no pensase durante el posado, que fuera un puro elemento ornamental. Esta mala relación con las mujeres que posaban para él denotan su manera de entender la vida y la pintura. Tampoco el pintor debería pensar demasiado y ser sólo un medio de transmisión de percepciones emocionales, sin ningún tipo de reflexión en torno a la pintura.
En nuestro mundo actual donde las disciplinas artísticas son reflexionadas, analizadas y conceptualizadas y en el que separamos el arte de la vida, descubrimos este Renoir que no soportaba a los intelectuales y que muestra en su pintura la vida tal cual. Su pintura es gozosa, de exaltación de la vida y eso puede ser poco popular. El público busca las historias heroicas, con un trasfondo dramático que nos conmuevan y nos queda poco espacio para la visualización gozosa de la pintura.
Podemos disfrutar de esta exposición siguiendo un recorrido en seis apartados.
En primer lugar la etapa impresionista, «Impresionismo: lo público y lo privado» que ocupa dos salas y que contempla escenas de género, paisajes y retratos. Es esta quizás su etapa más conocida.
A partir de 1881 la vía impresionista parece agotada y Renoir vuelve la mirada a la tradición clásica, añadiendo más énfasis en el dibujo.
Renoir encuentra una fuente de ingresos en el retrato y llega a ser uno de los más solicitados por la sociedad parisina. Podemos ver esta faceta en la sala «Retratos de encargo«.
En las salas «Placeres cotidianos» y «Paisajes» descubrimos escenas en las que sus protagonistas parecen aislados del espectador y paisajes de la costa de Normandía, donde comparte motivos pictóricos con su amigo Cézanne, como la montaña de Sainte-Victorie.
En «Escenas familiares y domésticas» las obras son protagonizadas por sus hijos, su mujer o Gabrielle Renard, su niñera. Su entorno más intimo y cercano.
Para finalizar en «Bañistas» Renoir despliega uno de sus motivos favoritos, el desnudo. Una serie de desnudos al aire libre, de gran sensualidad y colorido y en la que Renoir busca medirse con los grandes maestros.
Desde Artefamoso os queremos recomendar la visita a esta exposición.
«Renoir: intimidad.»
Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid
del 18 de octubre de 2016 al 22 de enero de 2017.
de martes a viernes y domingos, de 10 a 19 horas; sábados de 10 a 21 horas.
Imágenes de la exposición:
Actividades en torno a la exposición:
La última sala de la exposición acoge la instalación «Un hermoso jardín abandonado» que toma como partida el cuadro «Mujer con sombrilla en un jardín«, donde a través de experiencias táctiles, sonoras y olfativas se quiere acercar al espectador otra percepción de esta obra.
Además se ofrece un ciclo de cine los sábados de noviembre y diciembre relacionadas con la obra del pintor y un curso monográfico.
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