Artefamoso ha podido asistir a la presentación en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid de «Caillebotte, pintor y jardinero«.
Se exhiben por primera vez en España 65 obras de este magnífico pintor, procedentes de colecciones privadas y museos internacionales, y que perteneció al movimiento impresionista.
Esta muestra surge de la colaboración del Museo Thyssen-Bornemisza con el Musée des impressionnismes Giverny y en ella podemos ver la evolución temática y estilística del pintor francés desde sus inicios en el París moderno de Haussmann hasta su pintura de jardines.
Gustave Caillebotte ha sido más conocido como mecenas e impulsor de otros pintores del impresionismo, como Monet quien fue además su amigo. Desde hace unas décadas se ha reconocido su labor creativa y es considerado actualmente como miembro destacado del movimiento impresionista.
Caillebotte organizó exposiciones y coleccionó gran número de obras de artistas como Pisarro, Degas, Renoir, Sisley, Cézanne y Monet y que posteriormente legaría al estado francés tras su muerte. Su posición acomodada le permitió dedicarse a muy diversas actividades; apasionado del remo, construía embarcaciones, diseñaba jardines, también era aficionado a la numismática y además artista y pintor. En 1873 superó la prueba de acceso a la École des Beaux Arts.
Recibió una formación en los valores académicos tradicionales, pero siempre mostró un mayor interés por todo aquello que rompía lo establecido.
Sus primeras obras versan principalmente sobre la ciudad moderna. Composiciones arriesgadas con vistas en picado o personajes y obreros trabajando en la ciudad. Debido a esta temática alejada de lo que se consideraba ortodoxo y correcto en el mundo de la pintura, el Salón de París en 1875 rechazó su obra «Los acuchilladores» al considerarlo vulgar. Caillebotte se unió a los pintores independientes.
Volvió a mostrar este cuadro junto con cinco más de temática urbana en la segunda exposición impresionista.
En la primeras salas de la muestra vemos la obra de Caillebotte en el entorno de la ciudad de París remodelada urbanísticamente por Napoleón III y el barón Haussmann. Esta remodelación la convirtió en una capital moderna. Caillebotte vive en uno de estos nuevos barrios y plasma esta transformación en su pintura. No se fija en las estaciones de tren, los bares o la vida nocturna de la ciudad, sino en sus habitantes y trabajadores; el artista muestra interés por las diferentes clases sociales que pueblan la capital. Sus roles y contrastes. Muestra de ello son las obras «Los acuchilladores«, antes mencionada y «Calle de París, tiempo lluvioso«, 1877, de los que vemos aquí dos bocetos preparatorios, y «Pintores en un edificio«, 1877 obra y boceto. La paleta en estas obras es gris y apagada, como lo es la ciudad reconstruida con materiales oscuros y apagados.
Podemos no sólo ver en estas obras su contexto dentro de la ciudad y el contraste de sus personajes, sino también su proceso creativo, a través de numerosos bocetos preparatorios y dibujos.
En la siguiente sala vemos un cambio radical en la paleta del pintor y sus temas. Corresponden a obras que Caillebotte ejecuta en torno a su residencia veraniega en Yerres. Al ser de familia acomodada, Caillebotte puede disfrutar de los veranos fuera de la ciudad y dedicarse al ocio y los deportes naúticos, algo que el resto del tejido social no puede. La casa de Yerres está rodeada por un extenso jardín que Caillebotte pinta en numerosas ocasiones. Descubre la pintura al aire libre y experimenta la naturaleza con sus colores y aromas. Aquí es dónde inicia su dedicación a la pintura de jardines. Representa también escenas del entorno natural del río Yerres y sus trabajadores, así como deportes naúticos como el remo, muy de moda en la época y de las que Caillebotte era muy aficionado y practicaba con asiduidad.
La representación de las escenas de remos son desde un punto de vista muy personal, haciendo énfasis en el ejercicio físico y el movimiento, reflejando así de una manera muy original para la época sus propias sensaciones vitales. Vemos aquí la transformación de su paleta, de los grises de la ciudad a una más colorista, con composiciones arriesgadas dónde la figura humana cobra gran protagonismo. En la cuarta exposición impresionista de 1879, Caillebotte presentó 28 lienzos pintados en Yerres.
En 1881 y tras la venta de la finca familiar de Yerres, los hermanos Caillebotte adquieren una propiedad en Petit Gennevilliers, en la ribera del Sena. Construye un jardín y un huerto a los que dedicaría gran parte de su tiempo y que se convirtieron en su principal fuente de inspiración.
En esta época diseña veleros con los que ganó numerosas regatas y realiza estudios de las embarcaciones que navegaban por el Sena. Su estilo se acerca cada vez más a la técnica impresionista, pero sigue utilizando perspectivas muy marcadas y vistas desde puntos altos, lo que confiere a su obra personalidad propia, unión entre los conocimientos académicos con la utilización de la perspectiva para dar profundidad a sus obras y la paleta y sensaciones coloristas del impresionismo.
En los meses de verano Caillebotte viaja a Normandía; allí su pincelada es más suelta y su técnica más libre. Se reencuentra con Monet, quien también poseía un jardín en Giverny e intercambia con él consejos de horticultura y jardinería.
En la última sala asistimos a su obra más intima. En 1888 compra la parte de su hermano Martial de Gennevilliers y se instala como residencia definitiva. Amplia la finca y la modifica según sus gustos y necesidades. Creo un huerto, un jardín, su estudio y un invernadero con calefacción. En sus últimos años pinta las flores, el jardín y temas de navegación. Se inspira en las plantas que cultiva y crea composiciones destinadas a decorar el interior de su hogar que concibe como una prolongación del espacio natural. Su obra es íntima, con el uso de primeros planos y una gran intensidad en el color de sus flores.
Al inicio de la sala podemos ver un vídeo con la reconstrucción en 3D de este jardín que Caillebotte diseño y cuidó en Gennevilliers. El jardín hoy está desaparecido, no como el de Monet en Giverny, y ha sido ocupado por tejido industrial. Su reconstrucción ha podido ser gracias a su extensa obra pictórica sobre el mismo y a fotografías de su hermano Martial. Podemos asistir así también e imaginar otra creación de este artista a la que dedicó gran parte de su tiempo.
En 1894 Gustave Caillebotte muere prematuramente a los 45 años de edad, dejando tras de sí un gran legado, tanto por su adquisición de obras de grandes maestros del impresionismo y que donó al estado francés, como una gran obra pictórica que afortunadamente ha sido rescatada del olvido. Su vida acomodada y al no necesitar ingresos para subsistir hizo que su pintura tuviese un estilo propio y libre. Además ha llegado a nosotros, gracias a las fotografías de su hermano Martial, sus pasiones por el remo y la jardinería.
Desde aquí os queremos recomendar esta maravillosa exposición que os permitirá acercaros y conocer mejor a este magnífico pintor, cuyas obras que provienen de distintos coleccionistas privados y museos, será difícil volver a ver juntas.
«Caillebotte, pintor y jardinero»
Museo Thyssen-Bornemisza Madrid
Paseo del Prado, 8
del 19 de julio al 30 octubre 2016
Más info: http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2016/Caillebotte/
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