A camino entre la fotografía y la pintura, la obra de Miroslav Tichý no sólo nos muestra un trabajo directamente vinculado al soporte fotográfico, sino que además nos revela la personalidad de un artista que quiso alejarse siempre del reconocimiento y la sociedad que le rodeaba.
Su vida transcurrió en su ciudad natal, de la que nunca salió, al margen de la sociedad y centrado en su trabajo, viviendo como un ermitaño y perseguido por el régimen comunista, quienes le ingresaron repetidamente en centros psiquiátricos y prisión.
Él mismo fabricaba sus cámaras fotográficas con materiales de desecho, revelaba e intervenía sobre sus fotografías, dibujando paspartús, y haciendo retoques sobre ellas. También favorecía el paso natural de los elementos externos y el tiempo sobre ellas. Así pues cada fotografía expuesta es única e irrepetible.
En la década de los 50 se dedicó a la pintura, aunque apenas nos han llegado dibujos o pinturas a nuestros días, ya que él mismo las destruyó o se deterioraron sin remedio por el paso del tiempo. En la exposición podemos ver una de las pocas obras pictóricas que se conservan.
Abandonó sus estudios artísticos con el advenimiento del régimen comunista, el cual quería imponer sus criterios estéticos en todas las disciplinas artísticas y las cuáles Tichý no compartía.
Es en los años 60 cuando sustituye sus pinceles por el medio fotográfico. Pero el ojo del pintor y el dibujante sigue ahí, acechando ante las escenas e imágenes robadas de la vida real de su entorno. Así, dibujo, pintura o fotografía son diferentes soportes para una misma expresión artística.
Su obra es un retrato íntimo de la ciudad en la que la mujer es la musa y protagonista y es retratada en diferentes actitudes y edades.
Casi todas fueron tomadas en la clandestinidad, sin el conocimiento de sus protagonistas, reforzando la figura de anticonformista y apartado de la sociedad de Tichý.
En esta sociedad donde tanto necesitamos y valoramos la fama y el reconocimiento de los que nos rodean, puede sorprendernos encontrar un personaje tan auténtico, que aún conociendo en vida el reconocimiento de su trabajo, quiso seguir con sus existencia independiente.
Miroslav Tichý o la celebración del proceso fotográfico
Museo del Romanticismo
San Mateo, 13
28004 Madrid
Mar-Sáb:
09.30 – 20.30 h
Dom, Festl:
10.00 – 15.00 h
Entrada: gratuita
Entrada reducida: 1,5 €
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